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¡AQUEL TIEMPO PASADO…!
De todas nuestras citas,
de todos los encuentros;
de todas las palabras
y todos los acentos.
De todas las caricias
-temblores en suspenso-,
aquel mimo y ternura
mirando tus pupilas
tan juntos nuestros cuerpos…
Qué inefable el amor
qué elocuente el silencio.
Qué venturosa etapa
y que bellos proyectos,
¡y cuánto nos quisimos
aquel pasado tiempo!
Más el destino, a veces
cruel e inexorable
que aleja derroteros,
separa a enamorados
cambiando todo rumbo
y todos los senderos,
nos situó en la ausencia
de aquel amor primero.
Fue aciaga aquella tarde
-mutismo entre los dos-,
enojo y necio orgullo,
frontera entre tú y yo.
¿O tal vez unos celos
sin causa ni razón?
Yo sé que algunas veces
nos viene la nostalgia
unida al sentimiento;
un oculto rescoldo
del idilio tan nuestro,
por sentir en el pecho
el amor en silencio.
Lo sé porque al hallarte
de nuevo en mi camino
después de tantos años
de sueño adormecido,
tus ojos me han hablado,
tu rostro se ha encendido;
tu pecho ya agitado
hondura en sus latidos.
Y yo, en total silencio…,
¡temblando conmovido!
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miércoles, 27 de mayo de 2009
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