miércoles, 1 de abril de 2009

A Marillanos

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Persigo el eco ausente
de tus pasos
y me pierdo en galerías
transidas de luz
y aun de coraje

Te busco en el baúl
de mis mitos y mis héroes
y no te hallo,
dormida como estás
y transmutada en ninfa,
sílfide leve,
reposas en la flor de mi memoria,
diario acontecer que te recoge
y te comparte

Ausente y, sin embargo,
nos nutres del calor perenne
de tus ojos, voracidad del recuerdo,
del aliento de tus labios,
hecho brisa en nuestra alma,
de la tersura de tus manos,
caricia eternamente nuestra

Escapaste de todo
y, al cabo,
sigues en nosotros
prisionera.

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"Ripiar" como vocación (o mientras escribe no molesta)

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Os juro que no soy el dios pagano de la pluma y la lírica, pero mi afición, a veces urgente, a veces lejana, me hace acercarme una y otra vez al papel en blanco, al vértigo de la palabra presentida, que pugna por venir... a veces llega.

Esto no es para críticos literarios, esto no es para amantes de la literatura. Esto es para saciar el gran deseo de conocerme a mí mismo, de encontrarme en algún rincón del verso. Esto es también para ti, paciente lector, generoso espero. Una poesía personal, desbastada de artificios líricos, de corsés rimantes, de limitadas métricas. También es para la luz y el deseo (no existiría la una sin el otro).

No hilvano palabras, sino sentimientos. De mejor o peor manera...pero esa es mi condena.