miércoles, 1 de abril de 2009

A Marillanos

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Persigo el eco ausente
de tus pasos
y me pierdo en galerías
transidas de luz
y aun de coraje

Te busco en el baúl
de mis mitos y mis héroes
y no te hallo,
dormida como estás
y transmutada en ninfa,
sílfide leve,
reposas en la flor de mi memoria,
diario acontecer que te recoge
y te comparte

Ausente y, sin embargo,
nos nutres del calor perenne
de tus ojos, voracidad del recuerdo,
del aliento de tus labios,
hecho brisa en nuestra alma,
de la tersura de tus manos,
caricia eternamente nuestra

Escapaste de todo
y, al cabo,
sigues en nosotros
prisionera.

.

2 comentarios:

Amanis dijo...

Pues tiene otra frescura, llega más y es poético. Promete un chorro de sabiduría y ternura. Adelante.

aandres dijo...

Esa era la idea, este blog es para todo eso que tengo por ahí disperso y difuso. Gracias